Una sincera reflexión de la tragedia del Metro Olivos.
El Tío Ben, la figura paterna de uno de los superhéroes más famosos del mundo, le dijo a su sobrino Peter Parker la frase que cambió su vida (y es también una de las frases más icónicas de la historia de los comics), misma que definió su camino para convertirse en Spider-Man: «Un gran poder, conlleva una gran responsabilidad«.
Teniendo esa frase en mente, reflexionemos sobre lo ocurrido la noche de este 3 de mayo de 2021 en la línea 12 del metro.
Un poco de historia
En la Ciudad de México, el poder ha sido ocupado desde finales de los 90’s por una sola corriente política, todos los jefes de gobierno de la capital han pertenecido a una misma cúpula, aunque hoy algunos estén en otro partido, todos en algún momento fueron «compañeros de lucha». Cárdenas, Robles, Obrador, Encinas, Ebrard, Mancera, Amieva y Sheinbaum han ocupado la jefatura de gobierno del Distrito Federal – Ciudad de México.
A estos 8 gobernantes, podemos desmenuzarlos por tres bandos: Los que hoy disfrutan de las bondades de la cuarta transformación, los que tratan de ser oposición y los que han quedado en el olvido. Obrador, Encinas, Ebrard y Sheinbaum son del primer grupo; Mancera (como senador) y Cárdenas (como figura moral) tratan de ser oposición (y apenas lo logran) y tanto Robles como Amieva están en el último grupo (Una detenida y el otro bajo la sombra de la que nunca salió).
En fin, los que están en el selecto grupo que disfruta de las mieles de la 4T están los jefes de gobierno que más «apoyaron a la causa» de uno de ellos. Durante la «presidencia legítima» de López Obrador, Encinas fue su sucesor como Jefe de Gobierno del DF, quien otorgó las facilidades para el plantón de reforma; Ebrard (cuando no tenía una pista de hielo o una playa en el Zócalo) permitía que Obrador la usara cuando quería, y Sheinbaum fue la mismísima en ponerle la banda presidencial «legítima» aquel 20 de noviembre del 2006.

Una sola línea… y mal hecha
¿A qué voy con todo esto? Pues, todos los jefes de gobierno que ayudaron a la causa obradorista hoy ocupan un cargo público, mientras quienes no lo hicieron o están en el olvido o enfrentando todo el peso de la ley (con excepción de Mancera al estar en el Senado). Durante los gobiernos de estos 5 jefes de gobierno (sin contar a Robles, Encinas y Amieva quienes sólo sirvieron para concluir los mandatos de sus jefes) se construyó sólo una línea de metro, la 12, durante el gobierno de Marcelo Ebrard.
Desde el inicio esta línea fue denunciada por múltiples irregularidades, tanto así que Ebrard se auto exilió a Europa y el gobierno de su sucesor, Miguel Ángel Mancera, debió cerrar toda la línea para repararla (y de paso subir el precio del boleto para justificar el mantenimiento general del sistema de transporte colectivo). Aún así, desde 2017, días después del sismo del 19S, hasta octubre del 2020, hubo cientos de denuncias vecinales y de usuarios de redes sociales que mostraban su preocupación por un desnivel en el puente de la estación Olivos.
Ocurrió lo peor
Fue la noche del 3 de mayo del 2021, una de las más tristes que se recuerden en la CDMX de nuestros días. Ocurrió la peor tragedia del Metro desde la de 1973, e incluso superándola en nivel de espectacularidad, algo insólito para la historia de la infraestructura de la capital, ya que se desplomó una parte del puente del metro sin ser consecuencia directa de un terremoto.
Las imagenes, los testimonios, los llantos, la desesperación… aquellas escenas hicieron a la ciudad dormir con culpa a sabiendas de todo lo que pasaba.
Las responsabilidades
En 2018 el partido Morena se llevó «el carro completo», ganando la presidencia, la jefatura de gobierno, el poder legislativo, algunas alcaldías y municipios, algunos estados… en fin. Y como dije hace un momento, los que apoyaron a la lucha obradorista recibieron la gran oportunidad de ocupar un buen cargo.
Y es que, con ese gran poder, también viene la gran responsabilidad de la que habló el Tío Ben. Pero al parecer esa lección no la ha aprendido alguien a quien le encanta tener todo el poder pero no asumir responsabilidad alguna.
La mañanera de hoy fue bastante extraña, vimos a un López Obrador despreocupado (quizás hasta aburrido) y que prefirió echarle la culpa a quienes tiene más cerca, a los medios, así sin razón alguna. Vimos a una Claudia Sheinbaum cabizbaja, cansada, más empática pero confundida por no saber qué será de su propio futuro político o el de sus más cercanos. Vimos a un Ebrard nervioso, inquieto y «dispuesto» a entregarse a las autoridades a rendir cuentas.
Las reacciones de Sheinbaum y Ebrard son naturales pues el actual Secretario de Relaciones Exteriores edificó la línea y la actual jefa de gobierno es la encargada de destinar recursos suficientes para darle un buen mantenimiento a esa y a todas las líneas del metro, además de las de metrobus, tren ligero, ecobici y ahora el nuevo cablebus… cada quien con su preocupación y responsabilidad.
Pero lo preocupante es ver la reacción del presidente, quien ha demostrado que en los desastres prefiere mantenerse a lo lejos, en los aires, lo más seco y limpio que se pueda. Y lo peor de todo, el presidente prefiere hacer como que la víctima es él, él y sus aliados, sus protegidos. Parece ser que el presidente sólo quería tener su biografía presidencial de papelería porque le da mucha hueva todo lo demás.
La elección intermedia
Estamos a prácticamente un mes de las elecciones federales de México y esta tragedia ocurre en medio de una sociedad más dividida que nunca. Habrá quien quiera lucrar de forma descarada de la tragedia, naturalmente, pues la oposición está siguiendo los pasos de quienes hoy gobiernan y politizaron con tragedias como la guardería ABC o los 43 de Ayotzinapa. Las mañas son horribles, pero es la escuelita que el gobierno actual le dejó a la clase política.
Pero eso no es todo. ¿No has visto uno de los tantos spots de estas elecciones en donde sale Mario Delgado, presidente nacional de morena, a decirte que si votas por los de antes vas a perder todos tus apoyos? ¿Con qué madre saldrá ahora Delgado a decir eso si él fue el secretario de finanzas que estuvo involucrado en la construcción de la Línea 12?
Queda claro que este gobierno sólo regala dinero para condicionar tu voto, y no para invertirlo en lo que realmente se debe.
Quienes van a pagar los platos rotos
Lo que más da coraje de todo esto, es que al final los que pagaron por lo ocurrido y al parecer así seguirá siendo, es la gente.
Esa noche pagaron hombres, mujeres, adolescentes, niñas y niños; personas con familia, con un hogar esperando su regreso, algunos dormidos, cansados, viendo el celular, escuchando música después de un día pesado, pensando en sus propios problemas, en el miedo natural de contraer covid y en lo desesperante de seguir con el cubrebocas puesto con todo y calor, pensando en lo que harían en el día siguiente…
Lo más triste es que todo indica que no pagará ni siquiera la responsable del metro, quien está siendo protegida por Claudia Sheinbaum, quien prefiere que la directora del metro siga en el poder, sin responsabilidad alguna.
¿Y la gente? Que se chingue, total para ellos sólo somos un voto potencial.
Un gran poder conlleva una gran responsabilidad
Que no se nos olvide nunca, esta tragedia se pudo evitar, no fue consecuencia de algo que no está en nuestras manos mortales, como un terremoto o una pandemia, pero esto se pudo evitar, esas vidas no debieron perderse, se les notificó y advirtió pero no hubo seguimiento alguno. Un capitán no es el responsable del origen de una tormenta, pero sí del manejo del timón.
Y si Ebrard resulta culpable, que pague; y si Sheinbaum resulta culpable, que pague; y si Delgado resulta culpable, que pague; y si Florencia Serranía la directora del metro resulta culpable, que pague; y si Mancera resulta culpable, que pague; y si Carlos Slim y todas las empresas que construyeron la línea 12 y que ahora construyen el tren maya resultan responsables, que paguen. ¡Que se hagan responsables del gran poder que tienen!
Esperemos que esta tragedia no termine en investigaciones a medias, en «ver a quién le cae la bolita», que no haya impunidad. La corrupción mata, que no nos vendan la mentira que en este país ya no existe, que no nos saquen un pañuelito blanco cuando cuestionemos el por qué de las cosas.
La Ciudad de México está llena de gente resiliente, de personas con sueños y ganas de salir adelante, no solamente de votantes.

Qué lamentable que el poder lo utilicen en beneficio propio. Excelente artículo
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