Sentimientos encontrados con el 2019

Es muy común leer en estos días que para muchos este año fue fantástico, para otros les quedó debiendo. Personalmente aún no logro definir por completo qué fue este año para mí.

Empecé este año, que hoy acaba, sumamente triste; había perdido a alguien importante en mi vida, sin imaginarme que perdería a otras dos personas en la primera semana del año… estaba completamente desecho. Ni siquiera empezar mi sexto semestre me animó, estaba disgustado con el día y la noche y no le veía un final cercano.

Comprendí entonces que si quería salir adelante, debía comprometerme con algo, que me hiciera enfrentarme a adversidades nuevas y complejas, un reto grande para demostrarme que aún tenía la capacidad de superar. Fue así que emprendí el proyecto de CIM Summit, la cumbre más importante de mi campus universitario, hecho integramente por los alumnos más destacados para toda la universidad, que sirve para los alumnos como una antesala al mundo empresarial y laboral. Para cuando la cumbre terminó, yo era alguien nuevo; aún cicatrizando pero con una visión más optimista y clara de mi vida.

Unas semanas después recibí una llamada que no me esperaba, me hablaban de United Airlines para agendar una entrevista conmigo para poder realizar mi semestre empresarial con ellos. Desde el principio estuve muy entusiasmado por ello, ya que era una oportunidad enorme de aprender de un mercado tan interesante como el de las aerolíneas. Pasé los filtros y me llamaron para invitarme formalmente a realizar mis prácticas con ellos… fue algo único.

Empezaba la segunda mitad del año haciendo algo nuevo, en una empresa tan grande y genial. Los 6 meses siguientes fueron tan increíbles y tan memorables que los guardaré por siempre en la memoria y el corazón.

Entre agosto y septiembre tuve el gran honor de conocer a Margarita Zavala y a Felipe Calderón, y Margarita fue la que me presentó y dió entrada para recitar un discurso frente a más de 200 personas. Fue una época inolvidable, que me hizo comprobar lo que quiero, trabajar por mi país y que justo en este momento de la historia, estoy haciendo algo para evitar que México se nos deshaga en las manos.

Ya para la época del buen fin me sentía completo, me faltaban un par de semanas más para terminar mi pasantía y de presentar mi proyecto del semestre empresarial en la universidad. En lo personal también iba bastante bien, ya mis heridas de principios de año habían sanado por completo y de verdad que no me faltaba nada.

Pero una vez más, mi resiliencia, mi carácter y determinación fueron puestos a prueba una vez más. El 21 de noviembre mi padre entró de emergencia al hospital. Los diagnósticos iniciales eran demasiado fatalistas, tanto que sentí que papá no la contaba. La primera noche fue una eternidad, la información fluía demasiado lento. Estar en un hospital es demasiado deprimente, la situación de los que están esperando afuera como los que pasan por toda clase de enfermedades adentro. Al final, papá pudo estabilizarse y no tenía nada grave, pero requería operación. Salió todo bien y cuando parecía que los últimos días del año serían más tranquilos, 10 días antes de navidad mi abuela entró al hospital también. Fueron otras dos semanas de no dormir bien y de ayudar a la familia a sobrellevar la situación. Pero lo bueno de esta historia es que al final todo salió bien.

Este año fue de muchas experiencias nuevas, tanto buenas como malas. Por eso no sé como definirlo… ¿Fue extraño, diferente, atípico? Simplemente creo que este año me puso a prueba como ningún otro año lo había hecho antes, y también me permitió disfrutar de experiencias que no imaginaba llegar a vivir.

No amé el año, tampoco lo odié; simplemente estoy agradecido por haberme puesto las pruebas necesarias que me permitieron comprobar que podía y tenía la fuerza de superar todas y cada una. Lo empecé demasiado triste y hoy lo terminaré sumamente feliz, porque el aprendizaje más grande que me llevo fue el recordar que nunca debemos dudar de lo que somos y podemos lograr.

Deseo que este 2020 sea un año magnífico para ti que me lees. ¡Vamos por más!

José Andrés

José Andrés escribió por última vez en La Litera en 2019. ¡Nos leemos en el 2020!

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