Las mascotas forman una parte muy importante de las familias, y suelen ser recordadas por años cuando dejan una huella muy importante.
Quizás sea extraño escribir sobre ellas, acerca de su legado en el hogar, pero hoy te platicaré sobre mis compañeros de vida. Tengo dos mascotas; una perrita llamada Candy y un canario llamado Cohete, y la historia de ambos es bastante peculiar, ya que llevan conmigo 11 años (sí, los dos).
Yo aún era un niño cuando en julio de 2007, en un día bastante rutinario, me llamaron para bajar al patio de casa, y ahí estaba ella. Una perrita tan chiquita que no medía en altura ni la mitad de una llanta, con unos ojos preciosos y unas orejas enormes. Al verla merodeando la sala de su nuevo hogar, me dijeron «Ella es tu perrita, ¡es tuya!«.
Llegó Candy, tenía 7 meses de nacida. En un principio quería llamarla «Dolly», pero ella ya se había acostumbrado a Candy, creo que al final ese nombre le quedó mejor. Cuando ella llegó, yo tenía un perro maltés llamado Whisky, que en aquel entonces tenía 4 años de edad, murió 4 años después, por lo que hasta ese momento fue mi mascota más longeva.
3 meses después de la llegada de Candy me regalaron un canario, lo llamé Cohete porque así se llamaba el halcón de la figura de acción Max Steel, (toma en cuenta que en ese entonces yo tenía entre 8 y 9 años).
Ha pasado el tiempo tan rápido que no lo he sentido, aunque se podría decir que Candy y Cohete me han visto crecer, han pasado más de la mitad de mi vida junto a mí.
Lo que más me sorprende es que ambos entraron prácticamente juntos a mi vida, y aquí siguen después de 11 años, hemos vivido muchas cosas aunque sea en casa. Por ejemplo, me tocó estar con ellos cuando fue el temblor del 19S.
Cohete armoniza las mañanas y las tardes, y Candy me acompaña durante el día y duerme conmigo en las noches; ambos me reciben alegres después de la escuela, incluso son hospitalarios con las visitas en casa.
Lo más triste quizás es verlos envejecer, Cohete empieza a tener unas cuantas canas, Candy ya no tiene la misma energía que tenía cuando pequeña; pero a su vez el poder darles una vida tranquila para que disfruten su vejez es lo menos que puedo hacer después de todo lo que han dedicado para mí. Sigo queriéndolos cada día más.
Hoy La Litera cumple 2 años, y no encuentro una forma más bonita de festejar este aniversario que dándote a conocer, querido lector, a mis mascotas, mis compañeros de vida, los cuales después de tanto tiempo aún tengo la dicha de tenerlos conmigo.
Te invito a conocer un poco más a Candy y a Cohete, y a festejar el segundo aniversario de La Litera con la playlist conmemorativa. ¡Únete a la celebración!