Hace algún tiempo, antes de la creación de La Litera, tuve la oportunidad de entrevistar al ex árbitro de fútbol Alfonso González Archundia; lo conozco personalmente desde que yo era un niño y tiene muchas anécdotas que contar. Inicialmente, mi idea era publicar su información en Wikipedia, por lo que la entrevista se estructuró para saber algunos datos exactos; pero ahora que existe La Litera, te contaré, querido lector, quién es Alfonso González Archundia a mi estilo, te invito a descubrirlo.
Alfonso González Archundia nació el 14 de Junio de 1934, en la Ciudad de México. Sus padres fueron Alfonso González Ruiz y Guadalupe Archundia y tiene un hermano llamado Alfredo. El Señor González Archundia y su esposa Lourdes tuvieron 3 hijos; Alfonso, Rafael y Luis Armando.
Se recibió como Ingeniero Electricista en la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica del Instituto Politécnico Nacional.
Desde niño le gustó mucho el deporte, y conforme fue creciendo ese gusto se desbordaba más en él. De joven jugó voleibol, baloncesto y fútbol americano, pero su deporte favorito siempre ha sido el fútbol; jugó en el área infantil, juvenil y en reservas especiales del equipo Necaxa, club con el que comparte gratos recuerdos y conoció a figuras que posteriormente destacaron profesionalmente, como Tomás Reynoso «El Fumanchú». En un momento de su juventud, tuvo que decidir entre estudiar o jugar fútbol; optó por la primera opción, al razonar que en el fútbol no se dura muchos años, a pesar de que alguien sea buen jugador, se acaba pronto; se dio cuenta que la carrera le podía durar mucho más, así que dejó de jugar para estudiar, pero no abandonó su pasión, ya que durante sus estudios jugó en un club de su escuela.
Alfonso se considera afortunado, sobre todo porque llegó a arbitrar los Mundiales de Alemania 74 y Argentina 78, participando también como juez de línea en las 2 finales. A pesar de los naturales choques deportivos que se tienen en algunos encuentros, no tuvo ningún problema con algún jugador. Narra su experiencia al entrar a una cancha mundialista como algo muy emocionante; al uniformarse y entrar se le olvidaba todo lo demás y gozaba de ser participe del evento, siempre con la intención de cumplir su deber de árbitro de fútbol; fue muy feliz en esa época. Después de su participación en Argentina, fue Presidente de la Comisión de Arbitraje durante 4 años; después se retiro definitivamente del arbitraje y del fútbol profesional.
Alfonso llegó incluso a arbitrar al jugador leyenda Pelé en varias ocasiones, y según él, a pesar de que Pelé era muy «abusado», era respetuoso y comportado dentro de los reglamentos. Aunque está totalmente retirado del ambiente futbolístico, opina que hoy en día el fútbol a progresado mucho desde su retirada, con cambios muy importantes y destaca la profesionalidad de los jugadores e incluso opina que es más difícil arbitrar a un jugador, porque están más preparados que antes.
En la casa del señor Alfonso, hay una vitrina, con obsequios de su época de árbitro; entre ellos hay un plato de Argentina 78, varios trofeos, un silbato de oro que le fue dado por ser el mejor árbitro de un campeonato, monedas usadas en el sorteo inicial para determinar qué equipo empezaba el juego, otros trofeos regalados por los equipos, una réplica en pequeño de la Copa del Mundo, banderines, figuras de las mascotas de Alemania 74 y Argentina 78, un balón Adidas Telstar 1974 y un Adidas Tango 1978, usados en sus partidos arbitrados en esos mundiales, entre otros muchos recuerdos que guarda con mucho amor y afecto.
Más que un consejo, uno de sus puntos de vista hacia los jóvenes futbolistas y soñadores a serlo, es que sean honestos, profesionales, que amen intensamente el deporte, que lo gocen, analicen y que tengan una entrega total; que se olviden del mundo entero y que se dediquen exclusivamente al partido, con toda intensidad para que todo lo hagan mejor; también el mensaje se lo dirige a los árbitros y los directivos.
González Archundia también tiene un gusto enorme por las figuras de Don Quijote de la Mancha, incuso le llegaron a regalar algunas en los partidos. A pesar de ya no ver con mucha frecuencia todos los eventos relacionados con el fútbol que se transmiten en televisión, comenta que cuando hay un partido interesante, los ve con gusto y emoción.
Hoy en día, el Señor Alfonso no recuerda con facilidad muchas cosas, como las incontables anécdotas que vivió en sus viajes mundialistas, pero lo único que sí recuerda, a pesar del paso de los años, es que le encantaba y fascinaba el fútbol, el deporte que le robó muchos otros sueños, incluso dejó de dedicarle tiempo a su mujer y a sus hijos para arbitrar; trabajando de Lunes a Viernes en su oficio y los fines de semana se los dedicó al fútbol durante 16 años. Comenta también que, como hasta el día de hoy, hay un trato injusto hacia los árbitros, la gente les habla mal y eso lo resentían sus hijos, y que por esa razón en esa época a ellos no les gustaba el fútbol, porque no querían ver ni oír como se expresaban de su padre; después de su retiro, ya veía el fútbol con ellos. Alfonso, a pesar de todos los sacrificios que tuvo que hacer, no se arrepiente de haber dedicado muchos años al fútbol, porque él recuerda esa época con momentos únicos y bonitos que valieron toda la pena.
Trabajó 20 años en la antigua refinería de Azcapotzalco, donde sus compañeros le otorgaron un reconocimiento por su participación en la Copa del Mundo de 1974. En un periodo de 10 años, ganó 3 veces el Premio El Heraldo de México como mejor árbitro.
Comenta que antes a los árbitros y capitanes se les daba un regalo previo a cada partido, costumbre que lamenta se haya dejado de hacer; pero también destaca que hoy en día se toma más en cuenta profesionalmente a los árbitros, y que es algo muy bueno.
Alfonso González Archundia se jubiló como ingeniero electricista en 1999, y desde entonces vive tranquilamente en algún lugar de México.
En lo personal, es un honor enorme conocer al señor Alfonso prácticamente de toda mi vida, siempre es un gusto charlar con él y estoy muy agradecido por la entrevista que me concedió. Espero de todo corazón, querido lector, que te haya gustado leer y conocer sobre un árbitro destacado en la historia del fútbol mexicano y sobre un gran ser humano.
José Andrés ha escrito en La Litera.
Fotografías cortesía de:
Arbitros.com.mx
El Escritor de La Litera
Durante mucho tiempo mi padre y yo trabajamos para él en su casa, y esa vitrina de la que hablan, también nos la mostró y compartió muchas de sus vivencias, un verdadero honor haber convivido con él y su familia.
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Alfonzo González Archundia fue mi campañero y amigo pertenecimos a la Generación 55-58 de La ESIME Escuela Superior de Ingeniera Mecánica y Eléctrica; Excelente estudiante, buen deportista; Es una persona con altos valores éticos y morales ;!trabajo en la Refinería 18 de Marzo en Atzcapotzalco
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Un hombre honorable en el futbol profesional, empezo a revolucionar el arbitraje cuando estuvo al frente de la comision de arbitros, hace ya bastantes años.
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Mi abuelo trabajo con el en la refinería de Azcapotzalco,tiene gratos recuerdos de él, que ojalá alguien pudiera ayudarme a contactarlo.
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