Uno de los retos y honores más grandes que la vida me ha dado este año es ser Presidente de la Fraternidad de Networking en mi Universidad. El miércoles 23 de Noviembre, formamos una brigada para ayudar a personas en situación de calle.
Desde el inicio, no fue fácil; tuvimos que organizar los donativos de poco más de 40 personas, entre ellos cobijas, fruta, sándwiches, galletas y botellas de agua, entre otras cosas. Así, con un equipo de 8 personas, iniciamos la entrega.
Pero, antes de continuar, hay que responder una pregunta, ¿Por qué hacer ésto? Al ser la fraternidad más grande de la Universidad en cuanto a miembros se refiere, me pareció una idea genial poder hacer algo que ayudara a quien lo necesitara; una opción pudo haber sido donar a una fundación o una casa hogar, pero tomé la decisión de no hacerlo así; quería salirme un poco de la rutina institucional, pienso que hay personas allá afuera que no tienen la fortuna de recibir ayuda de alguna fundación. Como Presidente de la fraternidad, he tenido que tomar muchas decisiones, a veces impopulares, pero siempre mostrando la firmeza para llevarlas a cabo; mi objetivo es que, durante mi Presidencia, la fraternidad de Networking haga cosas diferentes al resto de las fraternidades, romper un poco el orden establecido.
Regresando al día de la brigada, visitamos La Villa de Guadalupe, en la Delegación Gustavo A. Madero, en la CDMX. Ayudamos a las personas en situación de calle de la zona; la experiencia, en lo personal, fue algo fuerte; a veces la tristeza era algo incontenible, pero pudimos darle algo de comer, beber y algo con que cubrirse a personas que tienen muy poco. La desesperación de algunos por volver a comer algo y tener por fin con qué cubrirse del frío, el rostro feliz porque un extraño se acercó a ayudar, los ojos agradecidos y las bendiciones que nos daban, son algo que no se puede describir de ninguna forma.
Quiero agradecer a Abdallah Leos, Brenda Morales, Daniela Flores, Irlanda Díaz, Myreille Gómez, Rodrigo Mendoza, Sebastián Bravo y a todos los miembros de la Fraternidad de Networking por hacer ésto posible, es un gran honor ser su Presidente.
No podemos cambiar al mundo en un día, pero podemos hacer felices a las personas con pequeñas grandes acciones.
José Andrés ha escrito en La Litera.