Ya es sólo cuestión de horas para conocer quién ocupará la Presidencia de Estados Unidos, y sabremos si nuestro tormento acabará o si sólo era el comienzo.
Para los mexicanos, la jornada electoral de nuestro país vecino se ha sentido como una pesadilla, de la cual ya no sabemos si queremos despertar o no; tan sólo imaginarnos el futuro de nuestro país y del mundo en manos del candidato republicano y magnate, Donald Trump, nos hace pensar que sólo un milagro podría salvarnos.
Después de debates y escándalos, y de largos meses de ataques uno al otro, hasta este momento las encuestas nos dan a entender que la moneda aún sigue en el aire; ya que unas le dan una ligera ventaja a Hillary Clinton, otras a Trump, y las demás optan por un virtual empate.
Y es que son estas elecciones en donde se decidirá no sólo el camino a seguir de Estados Unidos, también del mundo entero; estamos entre vivir en en Siglo XXI o el XIX, la batalla entre liberales y conservadores, entre la gente informada y la ignorante, entre los americanos que aspiran a destacar entre los demás y los que sólo gustan de ver televisión y tomar cerveza; y no es cuestión de estereotipos creados por cualquier persona de otro país, series como Los Simpson o South Park, o juegos como Grand Theft Auto han satirizado muchas veces así a la sociedad estadounidense, sociedad que el 8 de Noviembre tendrá en sus manos el futuro de la humanidad; misma sociedad que lleva, desde hace año y medio, desayunando, comiendo y cenando a Donald Trump y a Hillary Clinton; sociedad que por la misma razón está saturada de información y se encuentra dividida, e incluso indecisa.
El 8 de Noviembre será sin duda uno de los días mas importantes para el mundo; el nerviosismo será inevitable, será un día histórico que marcará la forma de hacer política y a partir de ése día, el mundo que conocemos cambiará; dependerá de los ciudadanos estadounidenses que ése cambio sea para bien.
Ahora sólo nos queda invitar a los electores americanos que piensen y reflexionen su voto; y desde La Litera y el resto del mundo, nos queda esperar a que llegue el día del futuro.