El nuevo logo de Banamex: Cómo regresar a tus orígenes y el arte de reírse un poco de uno mismo

De Banamex a Citibanamex y de vuelta: ¿Cómo una marca recupera su esencia tras una década de cambios?


El Banco Nacional de México tuvo sus orígenes en 1884, y por más de un siglo, su identidad visual y su nombre han sido parte de la historia de toda una nación. Esta trayectoria de casi siglo y medio es lo que otorga a la marca un capital emocional que ninguna adquisición extranjera pudo borrar.

Imagen recuperada de: 1000 Logos

En 2016, vivimos uno de los rebrandings bancarios más comentados en México. Tras años de operación, la marca decidió integrar globalmente el nombre de su dueño, naciendo Citibanamex. No fue solo un cambio de nombre, fue un intento de proyectar una imagen de banca global y con una fusión entre lo estadounidense y lo mexicano.

Con el anuncio de la venta de la banca de consumo por parte de Citi, la marca tomó una decisión audaz: Banamex volvió a ser simplemente Banamex. De la mano de Interbrand, trabajaron en un proceso de 2 años para crear la nueva imagen del banco.

Este movimiento demuestra que el nombre original nunca se fue del top of mind del consumidor. La gente seguía diciendo «voy al Banamex», ignorando el prefijo de Citi durante casi 10 años.

Banamex ha sabido leer la conversación digital, con los promocionales del «nuevo» nombre, han lanzado campañas donde ellos mismos admiten con humor que su «apuesta» es para olvidar que alguna vez cambiaron de nombre. Este nivel de honestidad y humor humaniza a una institución financiera que suele percibirse como rígida.

Con una tipografía renovada y mucho menos institucional, la marca busca tener un estilo más amigable y adaptado a espacios mucho más digitales. El logotipo ha evolucionado desde los sellos de cera de finales del siglo XIX hasta el minimalismo actual que busca competir con las fintech.

Lo ocurrido con Banamex es un caso interesante sobre la supervivencia de las marcas en mercados cambiantes. Por casi una década, el logo dijo «Citibanamex», pero el consumidor nunca dejó de decir «Banamex». Esta resistencia del público demuestra que cuando una marca tiene raíces históricas (desde 1884), la identidad reside en la mente del usuario y no solo en el letrero de la sucursal.

Imagen recuperada de: A! Diseño.

Por otra parte, en internet, las marcas que se toman demasiado en serio terminan siendo el blanco de las burlas. Al aceptar sus cambios de nombre con humor, Banamex desarmó la crítica y tomó el control de la narrativa.

A menudo pensamos que evolucionar significa volverse «más complejo». Banamex demostró que, el movimiento más inteligente fue simplificar y volver a su esencia original.

Imagen recuperada de: A! Diseño.

Con información de: A! Diseño, El CEO.

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