Dicen que todos nacemos para algo, cada quien es bueno para una o varias cosas. Todos tenemos un don que nos hace diferentes, y que nos permite trascender. En mi caso no considero tener un don en específico, pero si hay temas que me mueven y mis conocidos no me dejarán mentir, son la política e historia de México. Este singular gusto nació en mi a la corta edad de 6 años. Desconozco la razón por la cuál la política llamó mi atención, pero mi primer conocimiento real de la política mexicana fue cuando vi un cartel que, si mal no recuerdo, era para la pre – candidatura de Marcelo Ebrard para Jefe de Gobierno del Distrito Federal, esto entre octubre y diciembre de 2005.
Desde entonces y con los pocos medios que un niño de 6 años tendría en esos años, me fui enterando de lo que sucedía en la política; sus personajes y escenarios. Por coincidencia me tocó vivir, aunque fuera apenas niño, una de las elecciones más competidas en la historia moderna de México, las elecciones de 2006, en donde a pesar de haber varios candidatos era claro que México estaba dividido entre Calderón y Obrador. Después de esas elecciones y sus posteriores conflictos, fui creciendo hasta llegar a las de 2012. En ese entonces ya era un estudiante de secundaria y estaba, por obvias razones, más consciente del panorama político a comparación de aquel niño de 2006. Dos años después sucedió un lamentable hecho, la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Rural de Ayotzinapa, en ese entonces llegué a creer que habría una gran revuelta, nunca había visto tanto hartazgo y organización en la sociedad; sin embargo y de manera lamentable el caso se fue olvidando poco a poco, aunque aún hay gente que no lo olvida, ya no se percibe esa incertidumbre hoy en día, o por lo menos en esas dimensiones.
Casi medio año después de esos lamentables sucesos, llegó una duda la cual su respuesta repercutiría en mi futuro… ¿Qué estudiar para la carrera? Estaba entre Ciencias Políticas o Mercadotecnia, al final opté por la segunda opción, ya que aunque muchos no me lo creen, el mundo de la publicidad y los mercados es otra de mis pasiones.
A pesar de todo esto, si hay algo que también me mueve es la gente, la sociedad que nunca terminaré de entender. Me mueve la gente necesitada, desde niño siempre he querido ayudar con lo que tenga a quien realmente lo necesite. Me mueven las ganas de poder cambiar a mi país, empezando por las cosas básicas, dando todos los días lo mejor de mí, y aprendiendo a cómo mejorar mi entorno con mis acciones.
Todo esto es sólo un poco de lo que me inspira, la historia pocas veces contada del origen del gusto político de un chico mexicano, y sobre el comienzo de una nueva etapa, la cual te agradezco, querido lector, por formar parte de ella.
José Andrés ha escrito en La Litera.